Lo que nunca se oxida

Érase una vez una historia, una historia de historias. Y tú decidiste vivir la tuya, una propia. La respeté. Entonces conocí el verdadero secreto que escondía. Y no fue un final, sino un principio. Dos historias paralelas, que poco a poco fueron uniéndose, hasta llegar a ser ``casi´´ la misma. Y digo casi, porque cada persona, cada ser, tiene una historia; y siempre será suya, nunca de otro ser, ni otra persona.

Y aquí estamos, mirando el cielo de estrellas, mientras esos 60 años de momentos pasan por mi memoria… fugaces, memorables, nunca olvidados… sonrisas, abrazos, besos, caricias, enfados que acaban en cosquillas y risas. Nos miramos a la vez, y las arrugas que se forman tu cara con esa sonrisa que tanto me gusta, me hacen pensar en ti, en mí, en el tiempo… poco a poco no hemos ido oxidando, poco a poco… pero hay algo que no se oxidó, ni se oxidará nunca… algo llamado… AMOR ©